Subscribe:

Blogroll

jueves, 25 de agosto de 2011

VIDA (Agosto: palabras de un hombre magno)

“Quién negara la defensa a la persona humana inocente y débil, a la persona ya concebida aunque todavía no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral. ¡Nunca se puede legitimar la muerte de un inocente!”.

(Beato Juan Pablo II, ahora que vuelvo de la JMJ)

lunes, 22 de agosto de 2011

JMJ

Ha sido increible. Una experiencia increible. Agridulce como los mejores momentos, en los que uno crece y se hace más fuerte y capaz.
He estado una semana en Madrid, después de un año preparando los actos de la JMJ en la Diócesis, y he tenido la oportunidad de compartir con un montón de jóvenes la fe.
Podría dar mil pinceladas que mostraran lo que hemos vivido... pero no sé si seré capaz.
Algunos tendrán otras experiencias, pero estas son las mías... estas son las pinceladas de lo que he vivido esta semana:

  • El sucesor de Pedro (se llame como se llame).
  • Jóvenes de todas las nacionalidades bailando juntos...
  • ... y rezando juntos.
  • Las sonrisas y los saludos.
  • Miles de jóvenes y ningún coma etílico.
  • Las calles limpias (aunque alrededor de las papeleras se amontonaran las basuras).
  • Limpiar letrinas y duchas a altas horas de la madrugada y hacerlo riéndonos.
  • Los jóvenes dándonos lecciones a los adultos...
  • ... lecciones de fe, de ánimo, de saber estar y de saber vivir.
  • Comer regular en el Parque del Retiro y comer a gusto (y que todo quede limpio al terminar).
  • El seminario de Irak en pleno.
  • Las provocaciones de unos pocos, respondidas con la alegría, el canto y el baile de muchos.
  • Encontrar amigos y abrazarnos porque no podíamos estar más tiempo juntos.
  • Poder adorar al Señor en tantos lugares.
  • Un tipo lloró cuando vio entrar tantas banderas en la Iglesia.
  • El Papa dando las gracias a los jóvenes.
  • Un joven que por la mañana no comprendía nada y por la noche me abrazaba diciendo: "¡He visto al Papa!"
  • Saludar desde un balcón a un montón de amigos.
  • Las catequesis que a mí me parecían aburridísimas y a los jóvenes les encantaron.
  • Compartir el vagón del metro con una manifestante "anti-Papa" y que nadie la mire mal ni le diga nada.
  • Poder rezar ante el Santísimo con tantos hermanos desconocidos.
  • Pedir perdón y que te sonrían.
  • Mi obispo tiene hinchas.
  • Dos millones de personas (poco más o menos) en silencio.
  • Descubrir cómo rezan los que nunca has visto rezar.
  • Vacaciones por unos veinte euros al día, todo incluído.
  • Ver el entusiasmo de los que no creían poder venir.
  • Descubrir que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
  • Sentirte orgulloso de los tuyos.
  • Sentir que puedes perdonar los defectos de los demás...
  • ... y, sobre todo, que están dispuesto a perdonarte los tuyos.
  • Nueve más que se añaden a última hora y que buscan trenes y coches para unirse a nosotros.
  • Reparten agua desde los bloques, para que no pasemos sed.
  • Las capillas siempre llenas.
  • Unos chavales bailan sin perder la sonrisa esquivando a quienes querían interrumpirlos.
  • Un grupo de jóvenes italianos que nos invitaron a rezar con ellos en medio de la calle.
  • Ningún grito contra nadie.
  • Disfrutar de poder dormir en el suelo sin quejarnos.
  • Te cierran el Prado en las narices, y cambias de planes sin que nadie proteste.
  • Confesar en cualquier sitio y a cualquier hora.
  • La Eucaristía celebrada como descanso del día.
  • Dar marcha atrás por ayudar a un par de desconocidos...
  • ... y que luego te busquen para darte las gracias.
  • Cuando no se aguanta el calor te tiran agua desde una azotea.
  • Encontrar en una carpa la Cruz de los jóvenes y el icono y poder besarlos de nuevo.
  • Descubrir que son muchos más los que están contentos de que estemos allí.
  • Las palabras de ánimo de Benedicto XVI.
  • No pudimos entrar en la zona que nos correspondía... y lo aceptamos.
  • Nos llovió y bailamos bajo la lluvia.
  • Reir con los amigos en el metro.
  • Escampó y pudimos dormir tranquilos.
  • Estar empapados... y que todos le saquen segundo sentido a la frase.
  • El Papa y su maravillosa homilía en Cuatro Vientos.
  • Un grupo de chavales que se lo perdió todo, y sólo pretendía aprender de la experiencia.
  • En el estrado junto al Papa, alguien se acordó de mí.

Ufff... y me queda tanto por recordar.

domingo, 14 de agosto de 2011

Me voy a Madrid

... Después de un año de preparativos. Ya me marcho para Madrid.
No las tengo todas conmigo, aunque espero que todo salga bien.
Ya os contaré.